El tamarindo es un árbol tropical, originario de África, que produce un fruto en vaina que contiene una pulpa carnosa y agridulce. Además de su consumo en México se ocupa mucho en países asiáticos, sobre todo en la India y Tailandia así como en las cocinas de África, Centroamérica y Sudamérica.
Su presencia en México data del siglo XVI con la llegada de los españoles y desde entonces se ha convertido en un ingrediente clave en la gastronomía local. Se usa la pulpa para elaborar aguas frescas o golosinas agridulces que comúnmente son combinados con chile. Además se utiliza para salsas y a veces para usos medicinales. Un dato curioso es que se utiliza como ingrediente para la elaboración de la salsa inglesa.
Esta agua fresca es un poco más laboriosa por el proceso de limpiar los tamarindos, pero vale la pena!! A mi no me gusta con tanta azúcar así que solo uso una cuarta taza, pero la puedes endulzar a tu gusto. También si prefieres que no sea tan espesa, agrégale más agua.
Ingredientes:
- ½ kilo de tamarindo
- 2 ½ litros de agua
- ¼ taza de azúcar
Se quitan las cáscaras de los tamarindos y se ponen ya limpios en un olla mediana con ½ litro de agua. Se hierven durante 20 minutos, se apaga la flama y se deja reposar 2 horas para que se ablanden (A veces los dejo reposar durante la noche).
Se reserva el agua y se ponen los tamarindos en un colador con un recipiente abajo para colectar la pulpa. Usando un miserable o una cuchara se revuelven para que la pulpa se desprenda de las semillas. Cuando ya está colada toda la pulpa se agrega el agua reservada y los otros 2 litros de agua más el azúcar. Se sirve con hielo.